Mientras la atención internacional estaba centrada en las elecciones en EEUU, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aprovechó para anunciar la destitución de su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por una “crisis de confianza”. El cese se produjo tras meses de tensiones entre ambos por política interna y por diferencias sobre la campaña de guerra israelí. Israel Katz, actual titular de Exteriores, sustituirá a Gallant como responsable de Defensa. El ya exministro aseguró tras su destitución que la seguridad de Israel ha sido la misión de su vida y dijo que su salida se ha debido a su firmeza a la hora de exigir que los ultraortodoxos sean llamados a filas, su defensa de un acuerdo en Gaza para traer de vuelta a los rehenes y su insistencia en activar una comisión de investigación sobre el ataque de Hamás del 7 de octubre. El cese de Gallant provocó una oleada de protestas en las calles de diferentes ciudades del país.

En Gaza sigue escalando la cifra de personas muertas por los ataques de Israel: son ya más de 43.000. Las autoridades gazatíes han denunciado que casi el 70 por ciento son mujeres y niños. Este miércoles, un nuevo ataque israelí contra una escuela gestionada por la ONU que se utilizaba como refugio para desplazados al oeste de la ciudad de Gaza dejó al menos 14 personas muertas y decenas heridas. También en Líbano sigue subiendo la cifra de víctimas por la ofensiva israelí. Este jueves, aviones de combate bombardearon varios suburbios al sur de Beirut, solo un día después de que una ofensiva aérea contra la región de Baalbek-Hermel, en el este del Líbano, causara 40 muertos.