El estrecho bloqueo humanitario que Israel mantiene sobre la Franja de Gaza ha hecho que los suministros esenciales y la ayuda humanitaria en el enclave estén bajo mínimos, pese a los intentos de Estados Unidos para que el Gobierno de Netanyahu alivie la presión. En este escenario, los ataques israelíes continúan sin tregua, especialmente en el norte de la Franja, donde la mayoría de la población ha recibido órdenes de expulsión. Según la ONU, casi el 80 por ciento de Gaza se encuentra bajo órdenes de evacuación activas. La población está siendo dirigida a áreas del sur “que carecen de infraestructuras básicas y servicios esenciales”, según ha denunciado la agencia de ayuda de la ONU. Un informe de Human Rights Watch publicado este jueves acusa al Gobierno israelí de llevar a cabo una “limpieza étnica” en la Franja, donde se está llevando a cabo un desplazamiento“forzado, masivo y deliberado” de civiles palestinos desde octubre de 2023. Esto lo hace “responsable de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad”, asegura la entidad.

Mientras tanto, Israel prosigue también con su ofensiva contra Hizbulá en Líbano. Este viernes el Ejército israelí  lanzó nuevos bombardeos contra varios objetivos en el sur de Líbano, incluido el barrio de Dahiye, considerado el feudo de Hizbulá, en el tercer día de bombardeos contra la capital libanesa. El jueves, distintos ataques de las Fuerzas Armadas israelíes contra distintos objetivos en Líbano acabaron con las vidas de al menos 43 personas, según el Gobierno libanés.