Miles de personas se han movilizado en Nueva Zelanda para protestar contra un controvertido proyecto de ley que busca redefinir los principios del Tratado de Waitangi, firmado en 1840 entre la Corona Británica y los jefes maoríes. Este acuerdo, considerado el documento fundacional del país, prometía a los maoríes los mismos derechos y privilegios que los ciudadanos británicos. Sin embargo, las diferencias en sus versiones en inglés y maorí y las históricas violaciones de sus promesas han generado tensiones constantes. 

El ministro de Regulación David Seymour, impulsor del proyecto, argumenta que su propuesta clarificaría los principios del tratado, pero los críticos dicen que podría erosionar los derechos consagrados y agravar las desigualdades que afectan a los maoríes. El proyecto de ley ha reavivado el debate en Nueva Zelanda sobre justicia racial y los compromisos históricos con los pueblos indígenas.