El Tribunal Supremo de Estados Unidos autorizó el lunes al Gobierno de Trump a reanudar las deportaciones de ciudadanos venezolanos bajo la ley de Enemigos Extranjeros, redactada en 1798 para tiempos de guerra. Con cinco votos a favor —todos ellos hombres y conservadores— y cuatro en contra—cuatro juezas, de las que tres son progresistas y una conservadora—, el tribunal levantó la orden del juez James E. Boasberg que bloqueaba la medida desde marzo, aunque advirtió que los migrantes deben tener derecho a notificación con un “tiempo razonable” y a impugnar su expulsión. 

La Administración Trump argumentó que el caso representa un asunto de seguridad nacional urgente y que la Constitución otorga al presidente plena autoridad en esta materia. El presidente invocó esta normativa para abordar una supuesta invasión de Estados Unidos por la banda criminal Tren de Aragua, con sede en Venezuela.