Texto: Ana Salvá
Sentado en casa tras un largo día de trabajo, Sovann, de 54 años, explica con desapego cómo tres de sus hermanos fueron asesinados a manos de los jemeres rojos, el denominado Partido Comunista de Kampuchea que tomó el poder en Camboya en el contexto de la salida de Estados Unidos de la guerra de Vietnam.