Irse de las redes

Prometían una ventana al mundo y han acabado siendo un nicho

Los millennials fuimos la generación que habitó con entusiasmo y ninguna mesura las redes sociales cuando todavía todo aquello era campo. Es probable que nunca hayamos sostenido en las manos álbumes tan completos como los que hacíamos en Facebook. Tuvimos que convencer a nuestros primeros jefes de que estar en Twitter era importante. Todavía quedan trazas de esa inocencia en nuestros perfiles de Instagram.

Más de quince años después, las tendencias indican que nosotros, colonos y predicadores de las primeras redes, estamos agotados, no estamos bien, queremos irnos. El síntoma más claro de esa incomodidad es que muchas personas dejan de usar Instagram cuando pasan una etapa difícil. ¿Por qué nos exponemos entonces constantemente a un espacio que no soportamos cuando estamos frágiles? La marca de cosmética natural Lush abandonó Facebook, Instagram, TikTok y Snapchat en 2021 porque no quería seguir exponiendo a su comunidad a los peligros de las redes. Dijo que se iba hasta que estas plataformas fueran un entorno más seguro para los usuarios. No ha vuelto.

Contenido solo para socios/as

Otra forma de ver el mundo es posible. Si te haces ahora socio/a, tendrás acceso ilimitado a la web, y recibirás cada año nuestra revista en papel con más de 250 páginas y un libro de la colección Voces.

Suscríbete ahora
Cristina García Casado

Cristina García Casado (Zamora, 1987) es periodista y escribe. Durante doce años narró historias del continente americano para medios de EE.UU., Latinoamérica y España. Ahora ha vuelto a la España despoblada donde se crió para contar un mundo que desaparece. Escribe en Infolibre, La Marea, Agencia EFE, Revista 5w y Coolt. Sigue mirando a América como analista en Club de Prensa de NTN24. Fue corresponsal de la Agencia EFE en Washington, reportera para El Mundo en Argentina y freelance en Guatemala. Recorrió América como oficial de prensa de las Misiones de Observación Electoral de la OEA y escribe un libro seleccionado por la Fundación Gabo y Martín Caparrós para el taller de libros periodísticos de 2018. Ha sembrado una escuela, Palabras y tiento. Su escritorio es ambulante, pero tiene una mesa de roble en su pueblito de la meseta donde la vista no alcanza al horizonte.

Ir al principio
Esta web, como todas, usa cookies. Si estás de acuerdo, pincha en 'Aceptar'.