Todo el mundo duerme en el metro de Nueva York. Se cae de sueño en el metro. Sara me contó que una vez coincidió con un hombre que viajaba dormido en la línea Q, a las seis de la mañana, en el trayecto de Brooklyn a Manhattan, mientras una alarma sonaba desde su cuerpo sin que él reaccionara. Las paradas y el tiempo pasaban y el hombre no despertaba. Sara se bajó en Times Square para ir a su trabajo y el hombre continuó durmiendo. Quizás todavía hoy el hombre continúa durmiendo.
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