Hace muchos años, un amigo médico que escondía en su casa a los migrantes que llegaban en patera a la costa del Estrecho —el mismo amigo viajero que me enseñó que recorrer el desierto es viajar hacia adentro mientras me mostraba las acuarelas que pintaba en sus cuadernos, ese amigo escritor que paría novelas volcánicas con la única aspiración de compartirlas con sus seres queridos, mi amigo pirata, que esperó a jubilarse para ponerse un pendiente de aro y dedicarse en cuerpo y alma a mostrarnos el camino de la aventura; en definitiva, Paco— me alargó un libro aquella mañana mientras preparábamos el café en su cocina mirando a África y me dijo: “Este tesorito te va a fascinar”. Paco murió inesperadamente pocos meses después, cuando aquella lectura ya se había fusionado con mi forma de mirar el mundo y quince años antes de que yo lograse devolverle el ejemplar a su verdadero dueño.
Las cartas que nunca llegaron son las memorias de Mauricio Rosencof, dirigente de los tupamaros, cuyos ataques contra la oligarquía y la dictadura uruguayas pagó, junto a otros ochos líderes de la guerrilla como el expresidente José Múgica, con doce años de cárcel.
Contenido solo para socios/as
Otra forma de ver el mundo es posible. Si te haces ahora socio/a, tendrás acceso ilimitado a la web, y recibirás cada año nuestra revista en papel con más de 250 páginas y un libro de la colección Voces.
Suscríbete ahora