“They’re taking our jobs. They’re taking our money. They’re killing us”. Las palabras pronunciadas en 2015 por Donald Trump, entonces aspirante a la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos, para referirse a los inmigrantes mexicanos resonaron en el cerebro de muchos de nosotros tan pronto empezó a llegar la información tras la caída del puente Francis Scott Key de Baltimore, conocido como Key Bridge, la madrugada del 26 de marzo. Un barco carguero colisionó contra uno de los pilares en la base del puente, provocando el derrumbe de toda la estructura en cuestión de segundos. La buena noticia es que, por la hora en que ocurrió el accidente, el tráfico vehicular era mínimo y ningún usuario resultó muerto o lesionado por la caída de la estructura. La mala es que, cuando todos descansaban, los empleados que daban mantenimiento a la vialidad sobre el puente se encontraban trabajando: ocho de ellos cayeron al agua, de los cuales seis se han dado por muertos, aunque solo los cuerpos de dos han podido ser rescatados.
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