Es difícil hacer periodismo gracias a la aportación de la gente, sin depender de la publicidad ni las subvenciones. Si eliges hacer periodismo sobre lo que pasa en el mundo, la cosa se complica aún más, porque a menudo tiene más audiencia lo que está cerca. Si además decides que la actualidad no siempre es lo más importante, que prefieres elegir temas y rincones del mundo a los que no se mira tan a menudo, los ingresos por publicidad se evaporan. Pero si encima apuestas por contar todo eso no a través de la inmediatez sino del reportaje en profundidad, una fotografía cuidada y un podcast para escuchar con calma, el proyecto ya toma tintes utópicos.
Ese proyecto se llama 5W y no es utopía, sino realidad desde hace ya siete años gracias a las más de 4.600 personas suscritas a la revista. Nos ha ido mucho mejor de lo que jamás imaginamos, pero ahora necesitamos ayuda. En 5W no somos inmunes al contexto actual de incertidumbre. En los últimos doce meses los ingresos se han reducido y han sido menores que los gastos y, aunque nuestra base de socios y socias sigue creciendo, el ritmo de altas ha sufrido un frenazo importante. Para un medio pequeño como el nuestro esto supone un llamamiento a la prudencia, sobre todo en un momento en el que nuestros costes estructurales sufren la subida generalizada de precios.
Pese a todo, hemos decidido que, al menos este año, no subiremos la cuota de suscripción. Sería el paso lógico desde el punto de vista empresarial, pero somos conscientes de la delicada situación que se vive en los hogares debido al encarecimiento de bienes básicos. Necesitamos, pues, que nuestra base de socios y socias crezca. Necesitamos ayuda para contar lo que pasa en el centro y en los márgenes del mundo. Necesitamos a más gente que haga suyo nuestro lema: lo que está lejos importa más que nunca.
Cada vez tenemos más ejemplos de ello. La pandemia dejó patente que la onda expansiva de lo que ocurre lejos puede alcanzar a todo el planeta. La guerra en Ucrania y los interrogantes geopolíticos y económicos que ha abierto nos lo han recordado de nuevo. Por eso, este último año hemos recorrido más kilómetros que nunca para reportear desde el Afganistán de los talibanes, desde los confines de una Europa blindada a casi toda la migración y, por supuesto, desde la Ucrania en guerra, pero siempre con una mirada de largo recorrido: hemos contado las rutas del éxodo, las ciudades arrasadas, las consecuencias humanas, las comunidades que —dentro y fuera del país— se organizan para resistir. Hemos escrito sobre Armenia y Azerbaiyán antes de que estallara el conflicto, sobre por qué el salmón europeo está relacionado con la pobreza en Gambia, sobre el paro de Ecuador. Lo hemos hecho desde el terreno, porque es imprescindible contar lo que ocurre desde el lugar en el que ocurre.
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Los ingresos
Hemos llegado a este mes de septiembre con cerca de 4.600 socios y socias: son unos 200 más que hace doce meses. Se trata de un ritmo de crecimiento neto muy inferior a la media de 500 socios/as anuales de otros años. La mayoría, un 70%, sigue eligiendo la opción de socio/a papel (60 euros / año); un 26% son socios/as digitales, bien anuales (36 euros / año) o trimestrales (12 euros / trimestre); y un 4% nos ha dado un empujón económico extra con la cuota de mecenas, que va de 90 a 250 euros al año. Aunque sigue habiendo altas, lo que verdaderamente nos ha hecho daño son las bajas. Si eres socio/a de 5W, este mensaje también es para ti: necesitamos que te quedes para seguir explicando el mundo.
Entre octubre de 2021 y este mes de septiembre han entrado en nuestras arcas cerca de 320.000 euros, 40.000 euros menos que en los doce meses anteriores. En este mapa de ingresos se ha hecho más evidente que nunca nuestra dependencia de los socios y socias: las suscripciones y ventas de los productos en papel han representado algo más del 90% de nuestros ingresos. O lo que es lo mismo: 9 de cada 10 euros ingresados provienen de las personas que apoyáis nuestro periodismo.
El resto ha venido de patrocinios (2,9%), de talleres y actividades de formación (2,5%) y de colaboraciones periodísticas con otros medios de comunicación (1,5%). La publicidad en la web y el papel sigue suponiendo un ingreso menor y este año apenas ha alcanzado el 1,7% del total, por debajo del 3% del año anterior.
Uno de los apartados que ha caído con más fuerza respecto a los doce meses anteriores ha sido el de becas y subvenciones: han supuesto poco más de un 0,5 % de los ingresos, frente al 11 % del ejercicio anterior. El motivo principal es que el año pasado recibimos un impulso puntual de 25.000 euros en forma de ayuda del European Journalism Center. Este 2022, además, algunas de las subvenciones a las que optábamos en años anteriores no han sido convocadas.
¿Cuál es la lectura que hacemos de estas cifras? Nuestra supervivencia depende de los socios y socias, de quienes nos leéis y apoyáis, ahora más que nunca. Desde el principio tuvimos claro que esa era la única base sólida a partir de la cual podíamos crecer.
No nos equivocamos.
Los gastos
Entre octubre de 2021 y este mes de septiembre han salido de nuestras arcas cerca de 360.000 euros, 40.000 euros por encima de los ingresos. Como ha ocurrido desde que echamos a andar, la mayor partida ha ido a parar a salarios y colaboraciones, que han supuesto un 62% de los gastos totales. En esos doce meses se ha reflejado también en las cuentas el esfuerzo que hemos hecho para informar desde el terreno: sin incluir las retribuciones a los y las periodistas (contabilizadas en el apartado anterior), los gastos generados por las coberturas (seguros, desplazamientos, alojamientos, traductores, fixers y dietas) han supuesto algo más del 5% de nuestras salidas bancarias totales.
Otro 11% ha ido a parar a la impresión y distribución de nuestros dos productos anuales en papel (nuestra revista-libro y el libro de la colección Voces), por encima del 9% del año anterior. Detrás de esta subida está, sobre todo, la subida de los precios del papel y del coste de los envíos y distribución, que de momento no estamos repercutiendo ni en la cuota de suscripción ni en el precio de nuestros libros y revistas en papel.
El resto de los gastos corresponden a otras partidas como mantenimiento de la web y herramientas online, gestoría, impuestos y márketing online.
Nuestras crónicas de larga distancia
Este año hemos contado guerras y crisis humanitarias silenciadas, y hemos intentando reportear de otra manera los conflictos más mediáticos. Hemos estado en Ucrania, pero también en Afganistán para explicar la llegada de los talibanes al poder y sus consecuencias para las mujeres o la educación. Hemos contado de primera mano cómo en Etiopía la guerra sigue desgarrando la región de Tigray. Hemos vuelto a Lesbos, otra vez, para describir cómo los refugiados viven encallados en una cárcel a cielo abierto. También nos hemos fijado en Yemen, que ocupa desde hace años el primer puesto en el macabro ránking de catástrofes humanitarias… Tenemos el compromiso de seguir mirando y acercando lo que ocurre en rincones que, a menudo, quedan en los márgenes de la información.
Pero no damos la espalda a los temas más candentes. Desde que estalló la guerra en Ucrania, hemos abordado el conflicto en un especial que reúne piezas para entender las consecuencias de la invasión rusa y el futuro que se abre. De este especial forma parte la que ha sido la pieza más visitada de la historia de 5W: Los cadáveres de la retirada rusa, que documenta posibles crímenes de guerra en la localidad de Bucha de la mano de Santi Palacios, uno de los primeros informadores que entró en la ciudad tras la expulsión de las tropas rusas. Por su valor informativo publicamos la pieza en abierto, y fue recogida y comentada por numerosos medios. La continuación de ese relato gráfico, Las preguntas de Bucha, fue el segundo tema más leído en el último año. Le sigue El exilio respetado, una crónica de Agus Morales con fotografías, también, de Santi Palacios, que cuenta desde dentro el éxodo que se produjo en los primeros días tras el estallido de la guerra. Es también una de las crónicas más largas que hemos publicado, con cerca de 10.000 palabras: en un escenario informativo de ritmo frenético, esto nos confirma que hay espacio para el periodismo de larga distancia.
Pese a que algunas de estas piezas dispararon las visitas a la web, esto no se tradujo, como en otras ocasiones, en un aumento de suscripciones, debido a que decidimos ofrecer sin muro de pago la exclusiva de Bucha al considerarla de interés público. Sin el apoyo de más gente no podremos hacerlo otra vez.
Este año también hemos apostado por textos que invitan a pensar: nuestros ensayos han profundizado en temas como el refugio, la democracia, las armas o el aborto. Seguiremos apostando por este tipo de contenidos, porque creemos que el periodismo debe ser una herramienta para fomentar la reflexión.
En el apartado sonoro, la audiencia de nuestros podcast mensuales sigue creciendo y consolida la apuesta clara que hicimos por este formato casi desde el principio. El podcast Espacio postsoviético, lanzado dos semanas después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, se ha convertido en el más escuchado de la historia de 5W. Le sigue La geopolítica de la energía, publicado poco antes de que estallara la guerra y que ya auguraba los profundos problemas energéticos que vendrían. Cierra la lista de los tres podcast más escuchados Afganistán, 20 años después del 11S, sobre la vuelta de los talibanes al poder.
En los últimos doce meses, además, nuestra newsletter sonora, El rickshaw, ha acercado cada semana un resumen de la actualidad internacional a quienes formáis parte de nuestra comunidad. En esta nueva temporada, El rickshaw se envía los sábados, en lugar de los viernes, para empezar el fin de semana con una vuelta al mundo.
El futuro
Cada año nos inventamos algo nuevo. Un libro de diálogo, un sistema de crowdfunding para financiar coberturas, una revista con un nuevo formato… Ha habido éxitos y fracasos. Nuestra próxima idea, que pronto pondremos en marcha, es un complemento perfecto a las crónicas de larga distancia: columnas literarias. No serán piezas de opinión, sino columnas de mundo, pegadas a los territorios, repletas de tacto y olor. Fogonazos que darán más ritmo a la revista.
El balance editorial del último año nos confirma la importancia de contar lo que pasa en el mundo, de documentar lo que ocurre en lugares alejados de los focos, de buscar otros ángulos para contar lo que pasa en las crisis más mediáticas. Pero los últimos doce meses también nos alertan de que debemos llamar la atención al público para mantener a flote el proyecto. 5W no navega sola, sino gracias al viento que soplan miles de personas. Si no soplas, la vela no se hincha.
No dejes que el barco se hunda.
Hazte socio de 5W, hazte socia de 5W. Porque lo que está lejos importa más que nunca.