Faltaban cinco meses para que lanzáramos nuestra web y casi el doble para el papel, pero el 16 de abril de 2015 ya asomamos la cabeza en redes sociales. Hoy, nuestras crónicas de larga distancia son seguidas por más de 20.000 personas en Twitter, 8.000 en Facebook y 2.700 en Instagram. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Así ha sido el recorrido digital de Revista 5W.
Nacimiento en las redes
Empezamos con una sugerencia: el mundo se puede contar de otra manera. Seguimos con pequeñas pinceladas sobre quiénes éramos, quiénes nos acompañaban, qué queríamos hacer, dónde estábamos, y sobre todo, cómo lo haríamos. La sexta uve doble: how. La olvidada. La fundamental. La que explicaba por qué habíamos lanzado nuestros canales casi medio año antes de nacer.
Lo desvelamos pocos días después: íbamos a convertir a los lectores en mecenas a través de una campaña de crowdfunding. Sin una web creada y con un proyecto aún en ciernes, nos convertirnos en el proyecto periodístico que más había recaudado en la historia de Verkami. Las redes sociales fueron el canal para transmitir nuestra ilusión, que descubrimos que era compartida por muchos lectores.
En la primera etapa fueron fundamentales Facebook y sobre todo Twitter. A través de varios hashtags (#NuevoReto5W, #1005W) y con un blog en Medium fuimos desvelando con más detalle en qué consistiría el proyecto. Tuiteros anónimos, compañeros periodistas y medios de comunicación se hicieron eco y lo compartieron con sus seguidores. Muchos llegaron a través de los timelines de los propios fundadores, otros por el efecto bola de nieve de los retuits. Con algunos de los periodistas habíamos tenido relación, pero la mayoría simplemente quiso mostrar su apoyo a una idea que le gustaba. La suma de todos estos empujones fue fundamental para lograr superar los 17.600 euros en las primeras 24 horas de campaña. El día del lanzamiento de la web, #Nace5W fue trending topic a nivel nacional.
Contexto para evitar el ruido
Desde el principio tuvimos claro que no queríamos convertir nuestros perfiles digitales en canales de #ÚltimaHora ni sumarnos a la carrera de difundir rumores en aras de ser los primeros. El espíritu de la larga distancia tenía que verse reflejado también en los 140 caracteres y a lo largo de este año hay dos ejemplos especialmente reseñables de ello.
Noviembre de 2015. Ataques en París. ¿Deberíamos enviar a alguien para cubrir la última hora? Fue uno de los mayores debates internos que hemos tenido hasta la fecha. No fuimos: nuestro valor añadido estaba en otro sitio. A través de redes, nos dedicamos a dar contexto sobre yihadismo y sobre los ataques en Europa, recuperamos nuestro especial dedicado a Estado Islámico, compartimos mapas y gráficos. Fue uno de los mayores picos de visitas, de socios y de seguidores en redes sociales.
Julio de 2016. Golpe de Estado en Turquía. Un hecho inesperado, en un viernes de verano, que desencadenó una gran cantidad de noticias sin contrastar e imágenes de dudosa procedencia. De nuevo, optamos por huir del ruido y recuperamos el perfil sobre Erdogan que habíamos publicado semanas atrás. Un long read impensable para unas horas en las que solo parece contar el último minuto, y que sin embargo se ha convertido en la pieza más visitada de nuestra web.
Perfiles variados para un público diverso
Por nuestro carácter informativo, Twitter es la red que más hemos utilizado y en la que más hemos crecido, pero no es la única. Facebook e Instagram han estado con nosotros desde el principio, y en los últimos meses ambas han empezado a crecer de forma más acelerada.
El lector de 5W es muy diverso y se refleja en las plataformas habituales mediante las que consumen información. Los profesionales de sectores más técnicos nos pidieron LinkedIn y los más jóvenes Snapchat. Hace poco incorporamos también Telegram y hemos empezado a experimentar con Instagram Stories.
Cada red social tiene su propio ritmo y lenguaje. Por eso lo que nunca hacemos es una publicación masiva de contenido. Es decir, copiar y pegar lo mismo en todos los perfiles.
Tampoco el tipo de socio en cada perfil es el mismo. En Twitter y Facebook, la mayoría de nuestros seguidores tienen entre 25 y 34 años. La media de edad de los socios es algo mayor. Por supuesto, no todos los que nos siguen en redes son socios, ni todos los socios nos siguen en redes.
Un espacio para experimentar
En mayo de 2015 tembló la tierra en Nepal y las miradas se volvieron hacia el país asiático. Mikel Ayestaran se había desplazado hasta el epicentro y queríamos contar qué estaba ocurriendo, explicar cómo podía llegar a afectar al país un desastre natural de tales dimensiones. Pero teníamos un problema: aún no habíamos nacido.
Así que recurrimos una vez más a las redes sociales y planteamos una charla tuitera. Con el hashtag #Nepal5W, los lectores pudieron lanzar sus preguntas y Mikel las contestó. Nuestro perfil tenía poco más de dos semanas de vida, pero en una hora se lanzaron 423 tuits con esa etiqueta, que tuvo un alcance de más de 1,6 millones de personas y 5,2 millones de impresiones.
En junio se produjo la crisis de los rohinyás de Birmania y quisimos probar algo diferente. Igor G. Barbero, uno de los fundadores de 5W y corresponsal en el sudeste asiático, había estado cubriendo el desplazamiento y nos pareció interesante que respondiera las dudas de los lectores sobre este tema. El contexto era más complejo y el público no estaba tan familiarizado con la situación, por lo que sabíamos que 140 caracteres se iban a quedar cortos. Optamos por probar algo nuevo y nos llevamos la charla a Facebook.
No nos quedamos ahí. La de Boko Haram fue la primera cobertura escogida y financiada íntegramente por los mecenas de Revista 5W, y quisimos darle un cierre que también pudiera involucrarles de forma activa. Así surgió la idea de hacer nuestro primer Periscope, con Xavier Aldekoa. Le seguirían poco después uno de Mikel Ayestaran sobre Oriente Medio y otro de Pablo R. Suanzes sobre el Brexit. Para nuestra alegría, todos ellos con gran acogida y participación.
En pleno lanzamiento de nuestro primer número en papel,Después de la guerra, realizamos nuestra primera incursión en Snapchat mostrando parte de la trastienda. No tenemos sede, así que esta se presentaba como una ocasión única de mostrar algo del “detrás de las cámaras”.
Y ahora, ¿qué?
Nuestro objetivo es claro: seguir creciendo. Si hay algo de lo que estamos especialmente orgullosos es de haber creado una comunidad real y activa de lectores de información internacional. A algunos os hemos desvirtualizado en las presentaciones, otros os habéis probado incondicionales recomendando casi cada lectura propuesta (propia y ajena): no os cansáis de sugerir a vuestros seguidores que se hagan socios, y muchos nos escribís para demostrar vuestro apoyo constante al proyecto.
Eso es 5W. Para esta revista de crónicas de larga distancia, construir proximidad ha sido fundamental. Un año después de haber nacido, podemos decir que existe una comunidad 5W.