Al menos 26 personas han muerto y cerca de 3.000 han resultado heridas en ataques coordinados contra miembros de la milicia chií libanesa Hezbolá a través de la detonación de sus buscas y walkie-talkies, en una inédita operación que tanto el Gobierno de Líbano como la milicia atribuyen al Mosad, la agencia de Inteligencia israelí.
Por ahora Israel guarda silencio sobre este ataque, pero ha anunciado una “nueva fase” de la guerra contra Hezbolá. ¿Cuál ha sido el objetivo de este ataque masivo contra las comunicaciones de la milicia? ¿Qué ha supuesto para la población libanesa? ¿Puede ser el detonante de una guerra abierta entre la milicia e Israel?
“Hezbolá ha anunciado un ‘castigo ejemplar’. En estos momentos en que ha vuelto a haber una escalada fuerte entre los dos países, los tambores de guerra están cada vez más cerca en el sur de Líbano”, dice Ethel Bonet en esta conversación desde Beirut con Javier Sánchez.