Al menos 50 personas han muerto —la mayoría mujeres y niños— y decenas han resultado heridas en los ataques llevados a cabo por el Ejército israelí el jueves en la Franja de Gaza, según el Ministerio de Sanidad gazatí. Después de que Israel pusiera fin al alto el fuego el pasado mes de marzo, la Franja se encuentra en una situación de bloqueo total por parte de las autoridades israelíes, impidiendo el acceso de ayuda con el objetivo de presionar a Hamás para la liberación de los rehenes. Según la ONU, los precios de los alimentos en Gaza han aumentado hasta un 1.400 % desde marzo debido a esta situación.

Los ataques israelíes sobre la población gazatí ha generado tensiones esta semana en la política interna de España por un polémico contrato de compra de 15 millones de balas a una empresa israelí. El Gobierno español decidió rescindir unilateralmente este acuerdo, una decisión que ha condenado el Ejecutivo de Netanyahu. “El Gobierno español está sacrificando consideraciones de seguridad por fines políticos y sigue situándose del lado equivocado de la historia contra el Estado judío, que está defendiéndose de ataques terroristas en siete frentes”, aseguró el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí.