El partido de centroderecha GERB, liderado por el ex primer ministro Boiko Borisov, ha ganado las séptimas elecciones generales en tres años en Bulgaria con el 26% de los votos. Este resultado es insuficiente para gobernar sin alianzas, por lo que Borisov necesitará formar coalición con al menos otros dos socios en un Parlamento muy dividido. Entre sus posibles aliados se encuentra la coalición europeísta Continuamos el cambio-Bulgaria Democrática, con el 15% de los votos, con quienes Borisov ya compartió el último Gobierno, que colapsó el pasado mes de marzo por desacuerdos en reformas y legislación anticorrupción.
El partido ultranacionalista y prorruso Resurrección, que quedó en tercer lugar con un 12%, aboga por la salida de Bulgaria de la UE y la OTAN, lo que lo hace un socio poco probable para las principales fuerzas. La participación electoral se mantuvo en el 33,5%, la más baja en décadas.