El dólar alcanzó el lunes su nivel más bajo frente al euro en tres años, cotizando a 1,15 dólares por euro, lo que refleja una creciente desconfianza en la moneda estadounidense. Las medidas arancelarias ordenadas por Trump, que se suman a las tensiones con el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, con quien el enfrentamiento es abierto, están afectando a la economía de Estados Unidos. Los analistas de Goldman Sachs han revisado sus previsiones y ahora anticipan que la debilidad del dólar persista debido a los efectos de las políticas comerciales y económicas de Estados Unidos. Según indican, las políticas proteccionistas, junto con la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones comerciales y económicas del país, pueden afectar a los márgenes de beneficio de las empresas estadounidenses y los ingresos de los consumidores.

En medio de esta situación, el dólar, que no deja de ser la moneda de referencia mundial, está dejando de considerarse como un valor seguro. Se incrementa la demanda de activos de refugio, inversiones que se consideran más seguras. Suben el valor de moneda como el euro, el yen o el Franco Suizo. El interés en comprar oro suele aumentar cuando los inversores se ponen ansiosos frente a la incertidumbre económica y buscan alternativas más estables para su dinero frente a la inestabilidad de los mercados bursátiles. El precio del oro ha aumentado un 30% desde enero, batiendo su récord histórico.