El Ejército israelí ha redoblado esta semana su ofensiva en Cisjordania, donde ha dejado al menos doce palestinos muertos, decenas de heridos y cientos de desplazados. Según las autoridades israelíes, la operación pretende “destruir a los grupos apoyado por Irán”. En el foco está el campo de refugiados de Jenin, que ha sido cercado por las fuerzas de Israel y adonde el Ejército ha trasladado maquinaria militar pesada, con lo que ha dejado incomunicadas algunas zonas. El secretario general de la ONU, António Guterres, mostró su inquietud por las maniobras israelíes: “Existe la posibilidad de que Israel se sienta envalentonado por los éxitos militares y piense que es el momento de anexionarse Cisjordania y mantener Gaza en una especie de limbo”, advirtió desde Davos.
Mientras tanto, la Franja de Gaza ha vivido su primera semana de tregua tras el alto el fuego que comenzó el domingo pasado. Está previsto que Hamás libere este sábado a otras cuatro mujeres, en el segundo intercambio de rehenes y presos entre el grupo islamista e Israel como parte de la tregua. El primer día de alto el fuego fueron liberadas tres mujeres israelíes como canje por 90 presos palestinos. En principio, según el pacto, tras este segundo intercambio las fuerzas israelíes deben retirarse de la carretera costera del norte de la Franja, lo que permitiría el retorno de familias desplazadas de esta zona.