La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido una orden de detención contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y contra el que hasta hace dos semanas era su ministro de Defensa Yoav Gallant por crímenes de guerra en Gaza. En un comunicado, la CPI señala que ha encontrado “motivos razonables” para creer, entre otras cosas, que ambos fueron “responsables plenamente“ de privar de forma intencional y consciente a la población civil de la Franja de suministros “indispensables para su supervivencia, incluidos alimentos, medicinas y suministros médicos, así como electricidad”, entre otros actos.  También les acusa de “crímenes de lesa humanidad de asesinato, persecución y otros actos inhumanos”. La Corte también ha emitido una orden de arresto contra un alto cargo de Hamás considerado jefe del ala militar del grupo, Mohammed Deif, cuyo paradero no está claro: Israel le declaró muerto en junio, pero su fallecimiento nunca fue confirmado por Hamás. El fiscal de la CPI también había solicitado en mayo el arresto de otros dos líderes de Hamás, Yahya Sinwar e Ismail Haniya, pero posteriormente ambos perdieron la vida en ataques israelíes. 

Netanyahu ha rechazado la orden emitida por la CPI y ha calificado de “absurdas y falsas” las acusaciones. Estados Unidos, su firme aliado, también criticó la orden de detención y señaló que ese tribunal “no tiene jurisdicción sobre este asunto”. Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell —cuyo mandato vence en unos días—, dijo que las órdenes de arresto son “vinculantes” y por tanto deben aplicarse. Los 124 países miembros de la Corte Penal Internacional —entre los que no están ni Estados Unidos ni el propio Israel— estarían en teoría obligados a detener a Netanyahu y el resto de los acusados en caso de que visiten su territorio. En la práctica, sin embargo, la CPI no tiene policía propia para hacer cumplir sus órdenes y depende de la buena voluntad de los países. La CPI ha emitido órdenes similares en el pasado contra otros líderes, entre ellos Vladímir Putin, acusado de crímenes de guerra en Ucrania.