La misión Polaris Dawn, de la compañía SpaceX, ha hecho esta semana historia en el campo de la exploración espacial comercial: el multimillonario Jared Isaacman y la ingeniera Sarah Gillis completaron el jueves el primer paseo espacial privado de la historia. Ambos se aventuraron brevemente fuera de la cápsula Dragon de la misión, a aproximadamente 700 kilómetros de altura sobre la superficie terrestre, en un hito que fue retransmitido en directo a través de varios canales. Fue la caminata espacial más elevada en la órbita terrestre, y también la primera realizada por personas que no son astronautas de carrera. Además, en su segundo día en órbita Polaris Dawn superó los 1.400 kilómetros de distancia de la Tierra, lo que supone el viaje más lejano de una nave tripulada en más de 50 años.

Esta misión de SpaceX, propiedad del multimillonario Elon Musk, es la confirmación de que las reglas del juego han cambiado en la carrera espacial, que durante años estuvo controlada por agencias gubernamentales como la NASA. La inversión privada ha dado impulso a la entrada de otras empresas, entre las que destaca la de Elon Musk, la única capaz de realizar proyectos semejantes a los de la NASA. De hecho, SpaceX ha realizado misiones para la agencia espacial estadounidense y será la encargada de desmantelar la Estación Espacial Internacional dentro de menos de una década.