Mientras todo esto ocurre en Europa, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio un giro en la política de su Gobierno al autorizar conversaciones directas con Hamás, rompiendo así con la postura tradicional de Washington de no dialogar con grupos que considera terroristas. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, confirmó que los enviados especiales tienen autoridad para hablar con cualquier actor involucrado en las negociaciones, en un intento de lograr la liberación de los 24 rehenes con vida que aún están en manos de Hamás. 

Este cambio ocurre mientras el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, mantiene su promesa de eliminar al grupo armado. Algunos líderes de Hamás estarían dispuestos a ceder el control político de Gaza, aunque se niegan a un desarme del grupo. La propuesta de un Gobierno de coalición interino para la zona sin la participación de Hamás podría ser aceptada por la organización. Aunque parece que esto llevará su tiempo: el nuevo jefe militar de Israel advirtió que el país debe prepararse para una “prolongada guerra de desgaste en múltiples frentes”