Islámico, islamista. Al Qaeda, Estado Islámico. Chiíes, suníes, wahabíes, salafistas…
Desde hace algunos años, primero con la irrupción de Al Qaeda y más recientemente con la entrada en escena de Estado Islámico, la información vinculada al terrorismo yihadista está plagada de términos como estos. Son palabras que se refieren a conflictos profundos y complejos pero que a menudo, por la propia inmediatez de la noticia, se quedan en una nebulosa de significados borrosos.
Hemos querido detenernos en algunos de los términos y lugares más utilizados a la hora de explicar estos conflictos y crear un abecedario que aporte contexto y profundice sobre su significado. Este glosario no incluye todas las palabras, pero sí algunas que pueden ser una guía de este laberinto.
AFGANISTÁN
En este país hunde sus raíces la considerada yihad moderna. Fue aquí, en la década de 1980, donde por primera vez combatientes musulmanes de todo el mundo se unieron para luchar en nombre del islam contra una ideología, la del comunismo soviético. Tras la invasión de la URSS en 1979, se crearon centros de reclutamiento en el mundo árabe para enviar combatientes extranjeros a luchar en Afganistán.
BOKO HARAM
No es el nombre original —el real es mucho más largo—, sino el concepto, mezcla de términos en lengua hausa y árabe, de rechazo a la educación occidental con el que se conoce a este grupo asimétrico, de estructura poco clara, con bastión en el noreste de Nigeria. Tiene dos facciones principales, próximas respectivamente a Estado Islámico y a Al Qaeda. Este movimiento integrista fue fundado por el clérigo radical Mohamed Yusuf a principios de la pasada década y ganó adeptos entre la juventud de Nigeria, arrastrada por un caldo de cultivo de pobreza, corrupción y falta de aspiraciones en el gigante africano. En ocho años el conflicto ha causado decenas de miles de muertos y el desplazamiento de más de dos millones de personas.
CHIÍES Y SUNÍES
Son las dos principales comunidades del islam. La mayoritaria es la rama suní, que engloba aproximadamente al 85 por ciento de los fieles musulmanes.
La división entre ambas ocurrió en el siglo VII por divergencias en torno a la sucesión del profeta Mahoma: los suníes apostaban por que este fuera elegido por la comunidad, y los chiíes por mantener el linaje familiar. Estas diferencias dieron lugar a enfrentamientos bélicos, base del profundo cisma que los separa hasta hoy.
Los suníes están abanderados por Arabia Saudí y los chiíes por Irán, dos países enconados en una lucha de poder regional. El enfrentamiento entre ambas comunidades, en pleno siglo XXI, es más político que religioso, y tiene que ver con cuestiones geoestratégicas.
Ninguna de las dos comunidades es homogénea: ambas tienen múltiples subdivisiones que van desde ópticas extremistas a moderadas. A menudo el terrorismo yihadista se identifica más con los suníes, porque pertenecen a esta rama tanto Al Qaeda como Estado Islámico, pero la violencia también se ha ejercido de forma brutal desde el chiísmo, en particular desde las milicias chiíes en Irak o la rama militar del libanés Hezbolá, entre otros.
DEOBANDIS
Los deobandis son seguidores de una corriente suní conservadora que tiene su epicentro en Deoband, localidad del norte de la India. Es ampliamente practicado en Pakistán y, en menor medida, en Afganistán. Mantiene una concepción rigorista del credo islámico, de la cual han bebido grupos como el de los talibanes afganos. Algunas de sus escuelas son conocidas por fetuas (edictos islámicos), como la proclamada contra el escritor angloindio Salman Rushdie en 2012 por “ofender los sentimientos religiosos”.
ESTADO ISLÁMICO
El actual Estado Islámico es heredero del original Estado Islámico de Irak (antes Al Qaeda en Irak). Nació como movimiento para hacer frente a la ocupación de Estados Unidos y plantar cara a las milicias chiíes que tomaron el control de Irak tras la caída del régimen de Sadam Husein. Al principio, pues, era una filial de Al Qaeda. En 2014 Estado Islámico de Irak decidió ampliar su campo de operaciones a Siria (fue entonces cuando añadió a su nombre “y el Levante”), pese al rechazo de Al Qaeda —que ya operaba allí—, lo que provocó una fractura entre ambos grupos que perdura hasta hoy.
La lucha de Estado Islámico se centró en consolidar las fronteras del califato y ganar un espacio físico concreto. Fue el primer grupo rebelde que conquistó grandes urbes en Siria (como Raqqa o Deir ez-Zor). Pero el momento clave llegó en junio de 2014, con la toma de la ciudad iraquí de Mosul. Allí, Abu Bakr Al Bagdadi proclamó el califato y se autodesignó líder de todos los musulmanes.
En su punto álgido, se calcula que Estado Islámico llegó a controlar el 40 por ciento del territorio iraquí y cerca de la mitad de suelo sirio, implantando brutalmente en esas zonas la versión más rigorista de la sharía. En la actualidad, el control territorial del grupo está en retroceso y ha perdido dos tercios de las áreas que dominaba en Irak y Siria. En los últimos años se han repetido los atentados terroristas inspirados, alentados o directamente respaldados por Estado Islámico lejos de las fronteras del califato.
FETUA
Las fetuas son edictos legales sobre asuntos determinados que afectan al islam, con el objetivo de guiar a los fieles. Son emitidas por los muftís, ulemas o imanes, juristas conocedores de la ley islámica cuyas decisiones pueden tener valor de ley. El yihadismo contemporáneo tiene uno de sus pilares en una fetua publicada en 1979 por el carismático clérigo palestino Abdulá Azzam, quien se volcó en promover una yihad islamista global. Titulada En defensa de la tierra islámica, declaraba lícita y obligatoria la guerra santa contra los rusos en Afganistán y contra los israelíes en Palestina.
GUANTÁNAMO
La famosa base estadounidense de Guantánamo tiene un lugar propio en la historia reciente del yihadismo. Por aquel lugar, que ocupó portadas por las torturas y vejaciones que albergó, pasaron más de 800 sospechosos de terrorismo, en su mayor parte detenidos en Afganistán tras la invasión estadounidense. A la mayoría se les acusaba de pertenecer al movimiento talibán o a Al Qaeda. En la actualidad quedan unos 40 detenidos.
El centro de detención de Guantánamo y los abusos que allí se cometieron se han convertido en un símbolo que sirve como herramienta de propaganda yihadista a grupos como Estado Islámico para promover su lucha contra Occidente. En los vídeos en los que Estado Islámico muestra cómo ejecuta a rehenes occidentales, estos visten un uniforme naranja similar al que utilizaban los presos de Guantánamo, lo que según Estados Unidos no es casualidad.
HERMANOS MUSULMANES
Los Hermanos Musulmanes de Egipto constituyen uno de los partidos islamistas más paradigmáticos y matriz de innumerables franquicias en otros países que beben de su pensamiento. Como otras formaciones islamistas, promueven la aplicación de la doctrina del islam en algunos o todos los aspectos de la vida pública. Estuvieron reprimidos durante décadas por el régimen de Hosni Mubarak, hasta que la Primavera Árabe les devolvió el foco y los catapultó al poder en tierras del Nilo, aunque el Ejército volvió a tomar las riendas después.
ISLAM
Es una de las tres grandes religiones monoteístas, junto con el cristianismo y el judaísmo. Fue la última en aparecer, hace casi catorce siglos. Su libro sagrado es el Corán, escrito en árabe. Quienes profesan el islam son musulmanes: aunque la mayoría de los musulmanes son árabes, no hay que confundir ambos términos. Los árabes son aquellas personas nacidas en un país o comunidad de habla árabe. En su mayoría son seguidores del islam, pero también hay árabes de otras religiones, como cristianos o judíos.
El islam es fe oficial en una veintena de países entre el norte de África, Oriente Medio y el Sureste Asiático, y cuenta con comunidades numerosas en muchos otros lugares. Actualmente hay unos 1.800 millones de musulmanes en el planeta; son el grupo religioso que más crece. En Europa hay 43,4 millones de musulmanes. Todos los musulmanes comparten lo que se conoce como los cinco pilares del islam: la profesión de la fe, rezar cinco veces al día, el peregrinaje a la Meca, la limosna y el ayuno durante el mes sagrado del ramadán.
Es importante resaltar la diferencia entre los términos islámico (perteneciente o relativo al islam) e islamista (que propugna la aplicación del islam en la vida política).
JABHAT FATEH AL-SHAM
Es el nombre que adoptó en julio del año pasado el antes conocido como frente Al Nusra, considerado la filial de Al Qaeda en Siria. Nació en 2012 tras el estallido de la guerra civil en ese país para combatir a las fuerzas del Gobierno de Bashar al Asad y crear un estado suní en el que se aplicara la sharía. El año pasado anunció su cambio de nombre y la ruptura con Al Qaeda. Muchos analistas apuntaron a que con este gesto podrían buscar mayor respaldo local y consolidarse como un grupo insurgente legítimo, además de obtener nuevas vías de financiación. Está enfrentado con Estado Islámico desde que este grupo se desligó de Al Qaeda en 2014.
KAFIR
Es el concepto con el que se denomina a los no musulmanes, a los infieles. Pero también puede referirse a los musulmanes que se desvían de la doctrina islámica. El acto de denunciar a estos musulmanes kafir se llama takfir, y es una de las justificaciones de la yihad. Las corrientes más radicales del salafismo o wahabismo sostienen que aquellos Estados musulmanes que no sigan correctamente los preceptos del islam son Estados kafir, y es lícito hacer la yihad contra ellos. El término ha sido ampliamente utilizado en la propaganda de Estado Islámico.
LASHKAR-E-TOIBA
Lashkar-e-Toiba (“Ejército de los puros”) es uno de los grupos terroristas integristas más activos en la India y Pakistán. A esta organización se le atribuye el atentado múltiple de Bombay en 2008 y el ataque al Parlamento indio en 2001. Su objetivo es crear un estado islámico en el Sur de Asia y ‘liberar’ a los musulmanes que residen en la región india de Cachemira. Estado Islámico la ha calificado de “marioneta” del Ejército pakistaní y ha criticado sus supuestos lazos con la red terrorista Al Qaeda.
MUYAHIDÍN
El término muyahidín nace en el contexto de la guerra afgana de la década de 1980 para designar a los guerrilleros que luchaban contra la URSS. El significado trascendió al momento histórico y en la actualidad se utiliza para referirse, en un contexto más amplio, a quienes se unen a la guerra santa.
NIZA
El atentado de julio de 2016 en la ciudad francesa de Niza, donde 85 personas murieron y más de trescientas resultaron heridas al ser embestidas por un camión de 19 toneladas, fue el primer ataque en Europa a esa escala con un vehículo como arma terrorista. Le siguieron otros menos mortíferos en Berlín, Londres, Estocolmo, París… El más reciente fue el del pasado 17 de agosto en Barcelona, que dejó quince muertos y más de un centenar de heridos por el atropello en Las Ramblas. Este tipo de ataques, que no requieren ni de formación específica ni de tecnología sofisticada, han sido alentados tanto por Estado Islámico como por Al Qaeda. En mensajes difundidos por sus aparatos de propaganda, ambos grupos han instado en los últimos años a sus seguidores en Occidente a utilizar vehículos como armas de terror.
OSAMA BIN LADEN
El líder de Al Qaeda fue, desde el 11-S y hasta su muerte en Abbottabad (Pakistán) en mayo de 2011, el hombre más buscado del planeta y un símbolo de del terrorismo yihadista global. En Revista 5W hemos publicado un perfil en profundidad sobre él.
PAKISTÁN
Fue el país que se usó como lanzadera de la yihad antisoviética en la década de 1980, con el apoyo de saudíes y norteamericanos. Fue el país que alimentó el monstruo talibán al otro lado de la frontera. Fue el país en el que se escondió Bin Laden durante sus últimos años, y no en cualquier ciudad, sino en la que alberga la principal academia de cadetes. Pakistán es uno de los países más contradictorios del mundo islámico: superpoblado, lastrado por la pobreza, pero con un gran potencial económico que no puede desarrollar debido a sus problemas internos. Tiene el arma nuclear y es un país primordial para entender el yihadismo contemporáneo. Allí actúa el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), una amalgama de grupos yihadistas que ha protagonizada una de las campañas terroristas más violentas del siglo XXI.
AL QAEDA
“La Base” en árabe. Es una organización extremista suní, de credo salafista, que aparece en 1988 fundada por, entre otros, Osama bin Laden en las postrimerías de la invasión soviética de Afganistán. Entre sus principales acciones terroristas figuran los ataques contra embajadas estadounidenses de 1998 en Kenia y Tanzania, el 11-S y los atentados de Bali (Indonesia) de 2002. Algunas de las filiales más conocidas son Al Qaeda en el Magreb, responsable de notables secuestros de cooperantes en la región africana del Sahel; Al Qaeda en la Península Árabe o una rama más recientemente creada en el subcontinente indio. Al Qaeda fue durante casi dos décadas el principal referente del yihadismo internacional, hasta el surgimiento de Estado Islámico. La muerte de Bin Laden en una operación de fuerzas especiales estadounidenses en 2011 marcó el comienzo del declive de Al Qaeda.
RAMADÁN
El ramadán, el mes sagrado de ayuno para los musulmanes, ha sido vinculado por los radicales salafistas a la yihad: desde hace años, la llegada del mes del ramadán coincide con un recrudecimiento de las acciones terroristas de los yihadistas. Existe la creencia de que el ramadán es una época para reforzar las buenas acciones, una visión que los yihadistas han utilizado para redoblar su llamamiento a la guerra santa presentándola como una acción noble. La propaganda de Estado Islámico ha calificado el ramadán como “el mes de la conquista y la yihad”.
SALAFISMO
El salafismo es un movimiento tradicionalista suní que hace un llamamiento a los musulmanes a volver al islam de la época del profeta Mahoma y sus primeros seguidores, conocidos como los salaf (“ancestros”). Los salafistas consideran que la religión islámica ha perdido pureza por el contacto cultural entre pueblos o por el auge de otras creencias. Esta corriente ultraconservadora nació a principios del siglo XX; en general, la gran mayoría de sus seguidores son apolíticos y no violentos y se centran en seguir al pie de la letra las enseñanzas islámicas. El conocido como yihadismo salafista surgió en la década de 1980, cuando muchos voluntarios llegaron a Afganistán para combatir contra los soviéticos. Los yihadistas salafistas subrayan las proezas militares de los salaf, los compañeros de Mahoma, para dar a sus propios actos violentos un carácter de imperativo divino. Consideran que su interpretación del islam es la única verdadera y por eso justifican la violencia contra otros musulmanes a los que consideran kafir, infieles. Muchos grupos yihadistas actuales, entre ellos Estado Islámico y Al Qaeda, pueden clasificarse como yihadistas salafistas.
El salafismo bebe del wahabismo y a veces ambos términos son confundidos o utilizados para referirse a lo mismo.
TALIBANES
Los talibanes surgieron en la provincia meridional afgana de Kandahar en 1994, en medio del caos de la guerra civil que estalla tras la retirada soviética. Su nombre viene de talib (estudiante en árabe y pastún), pues muchos de los integrantes habían sido estudiantes en madrazas de Pakistán. Se trata de un integrismo conservador islámico que fue liderado por el difunto mulá Omar. Tomaron el poder en Kabul en 1996, y en un principio fueron abrazados por parte de un pueblo harto de disputas entre los señores de la guerra. Las ejecuciones públicas en el estadio de fútbol de Kabul, la voladura de los budas gigantes de Bamiyán o el denigrante trato a la mujer los hicieron infames en poco tiempo. Pero fue la protección que ofrecieron a Bin Laden el detonante para que Estados Unidos lanzara su invasión en Afganistán en 2001.
El despliegue en suelo afgano de decenas de miles de soldados estadounidenses y de un arcoiris de países bajo paraguas de la OTAN o la muerte del mulá Omar, hecha pública en 2015, no acabaron con los talibanes afganos, que controlan aún buena parte del territorio del país y demuestran regularmente su fuerza con atentados en Kabul.
UMMA
La umma (literalmente, “comunidad”) es la comunidad mundial de musulmanes, independientemente de la rama del islam que profesen, su origen o su nacionalidad. Todos, chiíes y suníes, forman parte de la misma, junto con el resto de corrientes seguidoras del islam. La noción de esta comunidad es utilizada por los grupos islamistas yihadistas para potenciar la idea de que hay que instaurar su supremacía y combatir a los que están fuera de ella, los infieles.
VÍCTIMAS
Aunque los atentados de Occidente se oyen más, solo el 1 por ciento de las víctimas de los ataques yihadistas está en Europa occidental. La gran mayoría de las víctimas son musulmanas, puesto que la mayor parte de los ataques se concentran en países islámicos. Los tres grandes epicentros del terrorismo yihadista, en cuanto a víctimas se refiere, están en el triángulo que forman Oriente Medio (Irak y Siria), África Occidental (Nigeria y países alrededor del lago Chad) y Asia Central (Afganistán y Pakistán). En estos cinco países se concentraron el 72 % de los muertos en 2015.
WAHABISMO
El wahabismo es la religión oficial de Arabia Saudí. Surge en el siglo XVIII como una corriente rigorista del islam suní. Es igual de conservadora y purista que el salafismo; aborda el texto del Corán de forma literal, defiende a ultranza una visión integral del islam y pone énfasis en la sharía para limpiar el islam actual de prácticas que, a su juicio, lo han contaminado. El yihadismo wahabista defiende la guerra santa contra los gobiernos infieles y contra aquellos musulmanes considerados impíos.
Muchos analistas han apuntado a que la raíz ideológica de Estado Islámico y otros grupos yihadistas está en el wahabismo.
XULHAZ
Definido como ‘el Harvey Milk bangladesí’, Xulhaz Mannan era un destacado activista homosexual y responsable de Roopbaan, la única revista del colectivo LGBT en Bangladesh. Xulhaz fue asesinado a machetazos en su residencia en 2016 por radicales islamistas junto a otro compañero activista. El atentado fue reivindicado por la rama de Al Qaeda en el subcontinente indio. En Revista 5W cubrimos la situación de esa comunidad con un reportaje en profundidad.
YIHAD
La palabra árabe yihad a menudo se traduce como guerra santa, pero en el Corán se utiliza para referirse a distintos tipos de lucha. Por un lado, está la yihad personal de corte espiritual, dirigida a vivir la fe musulmana del mejor modo posible (“yihad interior” o “yihad mayor”). Por otro, la que busca construir una sociedad musulmana sólida, utilizando para ello argumentos no violentos. Pero la definición que más se ha extendido en los últimos años es la de yihad como lucha armada.
La yihad está legitimada por el islam cuando la fe o el propio territorio musulmán están bajo ataque. Es decir, en defensa propia. Sin embargo, sectores más radicales defienden que también es legítimo combatir contra los no creyentes —e incluso contra aquellos musulmanes que no aplican con rigor la ley islámica— como vía para extender y consolidar un islam rigorista.
Los movimientos islamistas radicales utilizan esta última definición de yihad, la relacionada con el combate o guerra santa, y la consideran una herramienta fundamental para conseguir la expansión del islam en el mundo.
AL ZAWAHIRI
El egipcio Aymán al Zawahiri es el líder de Al Qaeda desde la muerte de Osama Bin Laden en mayo de 2011. Junto con el líder de Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi, encabeza la lista de terroristas más buscados por Estados Unidos, que ofrece 25 millones de dólares por cualquier información que lleve a su detención. Su paradero se desconoce desde hace años, aunque difunde de forma regular vídeos y mensajes de voz .
Médico de 66 años, se radicalizó siendo adolescente y adoptó creencias de una corriente salafista politizada y violenta. Conoció a Bin Laden en la década de 1980 en Peshawar (Pakistán), en el contexto de la guerra afgano-soviética. Ambos se complementaron a la perfección y cuando nació la red Al Qaeda, en 1988, al Zawahiri se convirtió en uno de los lugartenientes del saudí.
Como líder de Al Qaeda, el egipcio ha señalado que no reconoce el califato de Estado Islámico —grupo con el que se disputa el liderazgo de la yihad global— y lo ha acusado, entre otras cosas, de querer dividir a los yihadistas.