Las últimas semanas han sido insoportables para Mehret Gebrekristos. Esta periodista de 26 años vive en Adís Abeba, la capital de Etiopía, y no sabe nada de su familia, que está en Mekele, la capital de la región de Tigray, bajo asedio militar. No es la única: las comunicaciones se han cortado de forma casi absoluta desde que empezó el conflicto, y el mundo ignora, en el hiperconectado siglo XXI, qué pasa en este rincón de África.
La noche del 4 de noviembre, el primer ministro etíope (y premio Nobel de la Paz), Abiy Ahmed Alí, lanzó una ofensiva sobre Tigray tras supuestos ataques del Frente de Liberación del Pueblo Tigray (FLPT), que gobierna en la región, contra posiciones del Ejército federal en la zona. Menos de un mes después, Abiy proclamó la victoria gubernamental en Tigray y aseguró que sus tropas han tomado Mekele.…
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