Ensombrecida por otros conflictos que ocupan portadas, la violencia en Birmania ha escalado rápidamente en el último año, tras el golpe de Estado que el 1 de febrero de 2021 acabó con el frágil proceso democrático birmano y asentó a los militares de nuevo en el poder. Ahora el país se asoma al abismo de la guerra civil.
Las Fuerzas Armadas —conocidas con el término birmano de “Tatmadaw”— ya habían dirigido la nación con puño de hierro entre 1962 y 2011. Su legado fue un ambiente de violencia y corrupción, violaciones de los derechos humanos y pobreza crónica. Esta vez, tras el golpe, la población birmana respondió saliendo a las calles en protestas masivas que fueron brutalmente reprimidas. Según la Asociación para la Asistencia de Presos Políticos, desde el golpe más de 1.800 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad…
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