Son niños.
Los niños de Gaza no duermen en paz desde hace un año. Cuando cae la noche las familias se juntan en una misma habitación o tienda y arropan a los más pequeños con historias, canciones y caricias para ayudarles a dormir, para ayudarles a descansar de una vida marcada por la muerte de seres queridos, la destrucción de hogares y barrios, el hambre y la ansiedad.
No quieren cerrar los ojos por temor a no volver a abrirlos.
No quieren cerrar los ojos porque saben que mojarán la cama.
Israel juega con el terror que produce la oscuridad y es entonces cuando lanza los bombardeos más brutales. Ataques directos al corazón de unos pequeños traumatizados.
Son niños.
El umbral del dolor supera todos los límites en una Franja donde Israel ha matado a más de 42.000 personas, de ellas al menos 14.000 niños, según los datos que manejan desde organismos como UNICEF. El efecto de los brutales bombardeos sobre zonas civiles tan densamente pobladas se traduce en un castigo colectivo que se ceba con los más pequeños. El lugar donde intentan dormir es una especie de pequeño refugio antipesadillas en el que a veces se obra el milagro de poder desconectar de la realidad durante unas horas. La venganza de Israel por los ataques de Hamás del 7 de octubre les ha arrancado de escuelas y parques, les ha robado la infancia.
Son niños.
De día nadie percibe la salida de los misiles, solo su impacto. De noche se oye el instante terrible del lanzamiento del proyectil y no sabes si será para ti. Las familias duermen juntas en la misma habitación para que, en caso de que sean el objetivo, mueran todos a la vez. Morir juntos es parte de la pesadilla que sufre la Franja.
Esta es una serie de historias y fotografías sobre el lugar donde tratan de dormir los pequeños de Gaza y los sonidos de guerra que les atormentan. Es un trabajo realizado en el norte de la Franja, la zona que de la Israel ha ordenado la evacuación forzosa de todos los civiles. Les hemos pedido a los pequeños que escojan una canción que les ayude a conciliar el sueño, que les traslade a su vida anterior al 7 de octubre de 2023 o simplemente que les guste.
Son niños.
Walid Manun, 5 años
A Walid le gusta dibujar y volar cometas. En esta guerra ha perdido a su padre y a otros familiares de quienes su madre habla cada día. Vive en un colegio en el campo de refugiados de Yabalia junto a su madre y dos hermanos. No quiere volver a la guardería porque muchos de sus amigos han muerto.
Aziza Al Gamal, 8 años
Lleva 7 meses viviendo en un colegio de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) como desplazada y en el cuarto donde vive son 5 personas. Su madre le cuenta que han perdido a muchos familiares y ella recuerda en especial a su tío. Le gusta dibujar, pero no tiene pinturas de colores.
Muhammad Al-Nadi, 6 años
Muhammad tiene 6 años y ha perdido a su padre y a un hermano. Cuando se acuerda de ellos repite: “No hicieron nada, los mataron nada más salir de casa, igual que a dos primos, que tenían ovejas y cabras y les mató una bomba cuando cuidaban a los animales. Nos matan por nada”. Ha estado en la escuela de Nusaybah durante siete meses. En la habitación conviven ocho miembros de la familia. Le encanta colorear y jugar con excavadoras. De mayor quiere ser oftalmólogo.
Es una de las típicas canciones infantiles que aprenden los niños cuando empiezan en la guardería.
Annas, 8 años
Annas duda cuando se le pregunta la edad… “¡Hasta mis años se me han olvidado!”, exclama este niño, que finalmente dice tener 8 años y a quien le encantan los juegos de construcción. Vive en la escuela de Nusaybah desde hace seis meses junto a seis miembros de la familia y echa mucho de menos a su abuelo y a las dos tías que ha perdido en la guerra. De mayor quiere ser un gran comerciante.
Canción religiosa sobre la familia del profeta.
Elaine Raafat, 10 años
Elaine lleva siete meses viviendo como desplazada en una escuela junto a ocho miembros de la familia. Está triste porque su padre ha muerto. Está triste porque no tiene apenas tiempo libre para leer cuentos o hacer pulseras. Como el resto de niños, ayuda en lo que puede a su madre: en limpieza, cocina, búsqueda de agua y leña… Su sueño es ser arquitecta.
Se trata de una canción patriótica palestina. Esta es la letra:
Mi tierra la ocuparon.
Mi casa la destruyeron.
Mi inocencia la robaron.
Jerusalén es mi tierra.
Ellos ocuparon mi tierra y dicen que es su patria.
Mi patria es mi patria y no es la de ellos.
Ala Mahmoud, 9 años
Ala tiene 9 años y lleva 7 meses refugiado en un colegio. Su juego preferido es el de milicianos contra ocupantes, la versión local de los indios contra vaqueros. Aspira a convertirse en periodista para contar al mundo la cantidad de muertos que ha sufrido su familia, su vecindario y su escuela.
Es otra canción de orgullo patriótico palestino. Aquí está parte de la letra:
Soy palestino, soy palestino, mi sangre es palestina y seguiré
siendo palestino y mi sangre seguirá siendo palestina.
Jana al Radie, 10 años
Jana tiene 10 años y su doble pasión es la pintura y el baile, pero ahora no tiene con qué colorear sus dibujos y no es momento de poner música para bailar. Vive junto a cinco familiares y es la mano derecha de su madre en el día a día. Han tenido que cambiar 15 veces de casa desde que estalló la guerra. Su meta es ser algún día una buena enfermera.
Fragmento de la letra:
Soy palestino soy palestino, mi nombre está
cavado en la roca, mi nombre está cavado en la tierra.
Sabah Nabhan, 6 años
Sabah ha cumplido 6 años y lleva un mes viviendo en un colegio junto a familiares. Su pasión son los animales y de mayor quiere trabajar como profesora en una escuela. Uno de sus tíos ha muerto en esta guerra.
Es una canción que cantan las madres a sus pequeños.
Karim Mustafa, 10 años
Karim quiere volver a la escuela para jugar a fútbol con sus amigos. Karim quiere ir en bicicleta y volar por las calles de Gaza. Comparte la cama con sus hermanos después de haber cambiado tres veces de casa en el último año. De mayor quiere ser dentista en la Franja.
Fragmento de la letra:
Yo soy el tomate. Soy de color rojo y puedes comer
de mí hasta que te llenes, florezco entre las verduras.
Islam Ali, 8 años
Islam se pasaba el día jugando con sus coches teledirigidos, hasta que su casa fue bombardeada. Han cambiado cuatro veces de lugar y está cansado de buscar agua y leña cada día. Su labor consiste en acompañar a sus hermanos y primos en la búsqueda diaria de estos dos elementos clave para sobrevivir en Gaza. Piensa estudiar duro para hacerse farmacéutico.
Remas Masoud, 10 años
Remas quiere fruta fresca, echa tanto de menos comer fruta… y también el colegio, quiere regresar a clase porque ahora le ahogan los trabajos del día a día, no puede más. Ha cambiado tres veces de casa y ahora son ocho familiares viviendo juntos. Cuando todo pase y pueda seguir estudiando aspira a convertirse en diseñadora de interiores.
Es una canción de alabanza a los fedayines (los primeros combatientes palestinos contra la ocupación).
Fragmento:
Beso sus frentes, beso sus zapatos
por su enfrentamiento al ocupante israelí
Duha Mahmoud, 9 años
Duha vive con doce familiares y todos duermen juntos en colchonetas. Le encantan las muñecas y lo que más extraña es poder jugar con su hermana, que está desplazada en el sur de la Franja. De las tareas que le encomienda su madre la que menos le gusta es la de encender el fuego, porque odia el humo, le ahoga y le deja un olor que no se va en todo el día.
Es una canción patriótica. Fragmento:
Mi tierra la ocuparon
Mi casa la destruyeron
Mi inocencia la robaron
Jerusalén es mi tierra
Ellos ocuparon mi tierra y dicen que su patria
Mi patria es mi patria y no es la de ellos.
Laila Shaaban, 5 años
A Laila, de 5 años, le gusta dibujar. En este año de guerra ha perdido a un tío, otro ha resultado herido y a un tercero lo detuvieron y lo sacaron de la Franja. Ha tenido que cambiar cuatro veces de casa y no quiere separarse de su madre ni un segundo, tiene mucho miedo a los bombardeos. A Laila le gustaría ser ingeniera, como le dice su madre.
Es una canción infantil sobre los sentidos.
Letra:
Yo huelo una rosa con mi nariz
pruebo algo con mi lengua
miro con mis ojos
escucho la flauta.
Mahmoud Saad, 10 años
Mahmoud echa de menos a sus hermanos, desplazados en el sur, y ahora su vida consiste en ayudar a su madre. Le encantan los coches y el fútbol, pero no tiene muchos amigos cerca con los que poder jugar. Han cambiado cuatro veces de casa y ahora viven juntos siete miembros de la familia. Esta es la cama que comparten. Mahmoud será comerciante y abrirá una tienda cuando sea mayor.
Es una canción, como su título indica, para animar a los niños a que se laven los dientes.
Letra:
Oh, mi papá, me duelen los dientes.
Hay una muela con caries y tengo que ir al dentista.
Me duele mucho.
De ahora en adelante solo voy a tomar leche, poco dulce
y siempre tendré lista la pasta de dientes y el cepillo para cepillarme.
Abdullah y Mariam Al Najjar, 5 y 7 años
Abdullah y Mariam son inseparables. Esta es su quinta casa. Aquí viven siete familiares. A Abdullah le encanta jugar con coches y Mariam se pasa el día dibujando y sueña con convertirse en maestra de escuela. “No tenemos a nuestros amigos ni vecinos cerca, no tenemos con quién jugar”, lamentan al unísono.
Es una canción cariñosa de una madre para sus niños pequeños.
Letra:
¡Oh mi pajarito, oh mi pajarito!
¿Quién te dio las plumas?
Quizá mi mamá, quizá mi abuela, quizá Dios.
Mohamed y Nada Ahmed, 9 y 10 años
Mohamed y Nada recuerdan a su tío muerto y a sus primos, que se fueron al sur de Gaza al comienzo de la guerra, cuando Israel ordenó la evacuación masiva del norte de la Franja. Han cambiado cinco veces de casa y ahora viven juntos 7 miembros de la familia. Mohamed ama la lectura, pero como no tiene cuentos, lee libros escolares. Aspira a convertirse en un buen médico. Nadia hace pulseras y quiere ser ingeniera agrónoma para trabajar en los campos de Gaza.
Como su título sugiere, es una canción patriótica palestina.
Fragmento de la letra:
No abandonaré mi tierra, tú eres héroe, no abandonaré mi tierra porque está escrito en nuestra frente. Palestina, no vamos a renunciar a Palestina.