Todo es posible en Wakaliwood: los personajes dan volteretas en el aire, los gángsters propinan patadas de kung-fu, las balas solo matan a los malos, los zombies se pasean por la noche y los helicópteros construidos con chatarra y sábanas viejas pueden volar.
Wakaliwood es el humilde Hollywood de los suburbios de Kampala, la capital de Uganda. En el barrio popular de Wakaliga, Isaac Godfrey Geoffrey Nabwana creó este estudio de cine con el que ha conseguido que películas de acción realizadas con presupuestos de menos de 200 dólares dieran la vuelta al mundo.
El fotógrafo Frédéric Noy fue a Wakaliga por primera vez en 2015 y desde entonces ha vuelto varias veces para explorar cómo se hacen estas películas.
“Isaac ha demostrado que puede hacer cine en un barrio de chabolas. No todo el mundo piensa que puede hacer lo que se proponga, que no es una cuestión de medios, sino de voluntad”, dice.
Isaac Nabwana empezó filmando a su hermano Roberto Kizito —uno de los pocos maestros de kung-fu en Uganda— inspirado por las películas de Bruce Lee; en 2005 creó, en el patio de su casa, el estudio Ramon Film Studios y en 2010 hizo la película que lo llevó al estrellato: Who killed Captain Alex? (¿Quién mató al Capitán Álex?). El largometraje, que combina artes marciales, violencia gratuita, efectos especiales de bajo coste y un punto de sátira, tiene más de 3 millones de visitas en YouTube y ha vendido más de 10.000 copias originales en un país plagado de DVDs pirata.
Cuando vio el tráiler de la película desde Nueva York, el cineasta estadounidense Alan Hofmanis decidió dejarlo todo e ir a Uganda para trabajar con Isaac. Ramon Film Studios pasó a ser conocido como Wakaliwood, y Hofmanis llevó el cine de Isaac a festivales y productoras de todo el mundo.
Esta es la historia reciente de este experimento llamado Wakaliwood, contada en primera persona por el fotógrafo Frédéric Noy.
Isaac Nabwana es el loco del barrio. Los vecinos lo miran con admiración y recelo; lo respetan y a la vez le tienen miedo. Wakaliwood es una burbuja dentro del barrio. Isaac ha creado un mundo aparte, un mundo que no era posible en Wakaliga. Es como si un alienígena hubiera aterrizado con su nave espacial en el patio. La gente va a ver los rodajes, curiosea, se pregunta qué está pasando, pero no participa.
Los actores vienen de toda Uganda e incluso de otros países africanos para formar parte del mundo de Wakaliwood. Ninguno cobra por su trabajo y cada cual aporta lo que mejor sabe hacer: saltar, revolcarse por la tierra, simular batallas de artes marciales, construir y arreglar todo tipo de cosas o crear disfraces con el mínimo material posible. En Wakaliwood, todo se hace a mano.
Isaac empezó editando sus primeros vídeos con un ordenador que se había fabricado él mismo después de hacer un curso de informática de seis meses. Por aquel entonces no tenía dinero para comprar discos duros externos y cada vez que producía una nueva película tenía que borrar la anterior. Así es como se perdió el original de Who Killed Captain Alex?. Solo se salvó una copia comentada y el tráiler, que corren por internet como la pólvora. La película es una comedia de acción que gira en torno al asesinato de un oficial del Ejército ugandés y en la que aparecen criminales, mafiosos, una seductora espía, armas y muchos litros de sangre.
Actualmente, el estudio está lleno de polvo y trastos porque Isaac ya no lo usa. Las paredes se pintaron de verde chillón para usarlas como croma.
Kazibwe Ronald es uno de los actores en Wakaliwood y asistente de Isaac: además de actuar, organiza los rodajes y escribe algunos guiones. A Ronald le atrajo el cine que producía Isaac: llegó a Wakaliga en 2010 y decidió quedarse y comenzar una nueva vida. De alguna forma, es como irse a Hollywood: el pasado no importa, solo conseguir que los sueños se hagan realidad.
Ronald es famoso por su papel de Michael Jackson. Empezó haciendo de mzungu (hombre blanco) en una película y alguien comentó que se parecía al Rey del Pop, así que Isaac introdujo su personaje en varios largometrajes. Al principio usaban huevos para maquillarse de blanco y era necesario esperar unas horas a que se secaran.
Tomé esta fotografía durante un videoclip promocional para una canción de Rachel, la hija de Isaac, que iba acompañada del grupo infantil The Waka Starz, que a veces aparece en las películas de Wakaliwood.
Isaac está creando cultura popular a través del cine. Sus películas no entran en el elitista círculo cinematográfico ugandés, que va dirigido a las clases altas y busca parecerse al cine europeo y norteamericano. Isaac viene de abajo y hace películas para las clases populares. Por eso hace comedias de acción. Su objetivo no es ganar dinero, sino que los ugandeses vean cine y participen en la producción de las películas.
Algunos directores ugandeses consideran que lo que hace Isaac no es cine, pero ahora él es mucho más famoso que ellos. Cuando preguntas a la gente de Uganda por Wakaliwood, todos sonríen y saben de qué estás hablando. Isaac está consiguiendo que Uganda tenga su propio cine.
El hermano de Isaac, Roberto Kizito, es de los pocos maestros de kung-fu en Uganda. Gracias a él, las películas de Wakaliwood están repletas de artes marciales. Roberto aprendió de forma autodidacta a través de revistas chinas que se vendían en el mercado de Kampala. Un día, una empresa china trajo a un maestro de kung-fu a la ciudad y Roberto se apuntó al curso. El profesor no podía creer que hubiera aprendido por sí mismo.
Wakaliwood es, pues, la unión de los sueños de los dos hermanos: uno enamorado del cine y el otro de las artes marciales. Antes de dejar Wakaliwood, Roberto enseñó kung-fu a otros actores para garantizar que las batallas continuaran en el celuloide.
En la foto aparecen Charles Bukenya dando una patada e Ivan Wong Ssenyondo agachado a su derecha; ambos forman parte de la primera generación de discípulos de Roberto. Isaac usa su creatividad para no repetir escenas de lucha que ya ha filmado antes. No quiere que el público tenga la sensación de déjà-vu.
Un día, Isaac sugirió que sería genial tener un helicóptero de verdad para poder filmar las escenas de acción, en vez de utilizar el croma que se usó en Who Killed Captain Alex?. Dicho y hecho. Daouda Bisaso, encargado de crear los escenarios de las películas, construyó un helicóptero con piezas de metal recicladas y sábanas viejas.
A Daouda le gustan los retos. Con los materiales que encuentra ha construido los escenarios de las más de cuarenta películas que se han filmado aquí. Sin Daouda no hay Wakaliwood.
En esta imagen, Daouda conduce una motocicleta que le ha prestado un amigo. Lleva una máscara que ha fabricado como accesorio para una de las próximas películas. Es un miembro más de la familia de Wakaliwood. Antes había trabajado de mecánico en el Ejército, aunque en Wakaliwood a la gente no le gusta hablar de su pasado.
Ritah Namutebi fue la primera heroína en el cine de acción de Uganda. Después del éxito de Who Killed Captain Alex?, Isaac decidió hacer una serie de televisión inspirada en la película que tuviera como protagonista a una mujer. Sin embargo, Ritah se quedó embarazada después de filmar dos capítulos y no pudieron acabar la serie. Desde entonces ella se apartó del mundo de Wakaliwood.
Como no es un trabajo pagado, muchos se acaban marchando. Isaac ha perdido a varias personas, incluso a su propio hermano, Roberto, el maestro de kung-fu. Unos van y otros vienen: en Wakaliwood hay movimiento de gente constantemente.
Algunos de los actores y asistentes de Wakaliwood viven en el recinto de la casa de Isaac. Las veces que he ido había al menos tres personas conviviendo con él y su familia: Apollo (el hombre con la camiseta negra), Ronald y Mustafa Lee. Les salía más a cuenta quedarse que pagar un alojamiento en los alrededores y el transporte. Duermen en esta habitación, donde también se ensaya, se fabrica el vestuario y se guardan los trastos que se utilizan para el decorado.
El resto de participantes de Wakaliwood viene los días de rodaje. En un momento dado, Isaac estipuló que solo filmarían los sábados para que la gente pudiera tener su propia vida fuera de los estudios. Sin embargo, cuando hay un proyecto específico tienen que rodar más días a la semana.
El patio trasero de la casa de Isaac, un espacio de 20 o 30 metros de largo, es el lugar donde se obra la magia. Aquí se filman casi todas las escenas, que cambian de decorado gracias a Daouda, el escenógrafo. En la foto, están construyendo la aldea en la que viven los zombies de Eaten Alive (Comidos Vivos), una película de terror que aún está en fase de rodaje.
Al principio de la aventura, la policía llegó a arrestarlos por usar armas falsas y uniformes militares en la calle. Ahora Isaac ha construido una valla con placas de metal para que el espacio quede bien delimitado.
La mujer de Isaac, Harriet Nakasujja, se encarga del maquillaje. Toda la familia participa de una manera u otra. Harriet utiliza papel higiénico, pintura roja y una crema hecha con una mezcla de harina y agua para recrear el aspecto de los zombies de Eaten Alive. Al principio utilizaban sangre de vaca, pero algunos actores se la tragaron y enfermaron.
Cuando trabaja, Isaac es un agradable dictador. Deja margen para que los actores improvisen, interpreten a su manera los personajes y propongan ideas, pero él es siempre el hombre detrás de la cámara y el que tiene la última palabra.
Trabaja por impulsos. Cuando tiene una idea, la pone en marcha aunque esté haciendo cinco películas al mismo tiempo. Por eso puede tardar entre tres meses y cinco años en acabar una película. Wakaliwood es un caos creativo organizado: Isaac lo tiene todo muy claro en su cabeza, pero si no estás dentro de ella no entiendes nada. Una prueba es que es capaz de filmar el tráiler antes de terminar la película.
Eaten Alive es la película que más tiempo está llevando a Isaac. La comenzó hace cinco años y aún no la ha terminado. Muchas veces Isaac no termina las películas: deja una en pausa, empieza otra y después la retoma. En junio de 2018 volvió a producirla toda de nuevo. Eaten Alive se aparta de la comedia de acción para entrar en el género del horror: está inspirada en los casos de canibalismo que había en el oeste de Uganda y tiene como protagonistas a zombies que se comen a humanos y que, como todos los zombies, son muy difíciles de matar.
Esta es una de las películas en las que el cineasta Alan Hofmanis participa como actor. Como ha tardado tanto en realizarse, entre rodaje y rodaje Hofmanis se fue de viaje a Estados Unidos. Al volver, había engordado unos kilos e Isaac decidió que hiciera de su hermano gemelo. El largometraje ya tiene cartel y el objetivo es estrenarlo en Estados Unidos.
Desde que un fan le regaló un ordenador portátil, Isaac dejó el estudio donde tiene su primer ordenador y ahora edita las películas desde cualquier sitio, muchas veces desde su cama.
Wakaliwood es cada vez más famoso fuera de Uganda. Su fundador tiene fans por todo el mundo, sobre todo en Asia y Estados Unidos. Algunos le financian las películas, lo visitan en Wakaliga, le hacen encargos de vídeos promocionales o le proponen adaptaciones. En 2015 lanzó una campaña de micromecenazgo para financiar la secuela de Who Killed Captain Alex?, bajo el título Tebaatusasula: Ebola. Pedía 160 dólares: consiguió más de 13.000.
En Uganda es común ver las películas dobladas o comentadas por un VJ o videojockey, una persona que va traduciendo en directo del inglés al luganda los diálogos de los personajes. Su función no solo es didáctica, sino lúdica: la traducción no es literal, sino que el VJ se permite añadir chistes y bromas para hacer la película más entretenida. Eso hace que las personas que viven en los barrios populares y que no saben leer o no entienden inglés puedan ver cine extranjero… y divertirse.
Si las películas son en luganda, el VJ las comenta en simultáneo. Los filmes de Wakaliwood siempre se emiten con los comentarios del VJ Emmie. Al principio, el VJ se introdujo para mitigar la baja calidad del audio originada por la falta de recursos técnicos. Ahora Isaac no puede ver una de sus películas sin los comentarios y las bromas de Emmie. Normalmente también los incluye en los DVDs originales.
Para ver una de las películas producidas en Wakaliga, los espectadores pagan 1.000 chelines ugandeses (24 céntimos de euro), un poco más que una película corriente. Esta es una de las pocas formas que tiene el estudio de generar ingresos.