El trauma no desaparece bajo tierra. Se hereda. Para los familiares de las víctimas del franquismo, ese dolor heredado se convierte en curiosidad, en pelea, en búsqueda. En una voluntad de saber que planta cara al silencio institucional y que trata de enfrentarse a un miedo que en ocasiones aún sigue presente.
“La cultura de la dictadura que instaba a no posicionarse, a no meterse en política, a no señalarse, es también una herencia que permanece. No es necesario tener un familiar asesinado para ser parte de ese trauma, porque en realidad afecta a toda la sociedad”.
El fotoperiodista Santi Donaire (Jaén, 1988) ha pasado los últimos cuatro años documentando esa búsqueda. Durante el proceso, encontró mucha literatura sobre resolución de conflictos con el foco puesto en la importancia de sanar los traumas, sean del tipo que sean, para evitar que se…
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