Donald Trump recibió el pasado 19 de julio en la Casa Blanca a varios defensores internacionales de la libertad religiosa, entre los que se encontraba la yazidí Nadia Murad. La activista ganadora del Premio Nobel de la Paz 2018 trató de explicar mediante su testimonio la situación de persecución en que se encuentra su comunidad, una minoría religiosa preislámica y de ascendencia kurda que puebla el noroeste de Irak. Hace justo cinco años, el 3 de agosto de 2014, los yazidíes fueron atacados por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) al ser considerados herejes. Murad, al igual que otras miles de mujeres, fue secuestrada y convertida en esclava sexual.
—Mataron a mi madre, mataron a mis seis hermanos.
—¿Dónde están ahora?
—Los mataron. Están en las fosas comunes en Sinyar.
La desconcertante indiferencia y falta de…
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