La Primavera Árabe no solo es una historia de sangre y fuego. Está hecha de sentimientos: de euforia, de frustración, de estados de ánimo. Frente a la violencia y la agitación que han inundado nuestras retinas en los últimos años, el fotógrafo Moisés Samán ha construido desde 2011 un relato visual ambiguo sobre países como Egipto, Siria y Libia, que más que escenarios de una nueva guerra o revolución parecen escenarios de una obra de teatro del absurdo.
Columpios abandonados, tatuajes acuchillados, celebraciones mesiánicas… Saman ha reunido su desconcierto ante los acontecimientos que sacudían el mundo árabe en una colección fotográfica que ahora ve la luz bajo el título de Discordia (a la venta aquí). En esa exploración, la frontera entre víctima y verdugo se disuelve, en una geografía a veces irónica que hace reflexionar sobre la esencia de la revolución y la política.
Queríamos que Moises Saman nos contara su particular visión de la Primavera Árabe, así que le pedimos que escogiera y comentara diez fotos de las miles que ha disparado en sus coberturas en Túnez, Libia, Egipto y Siria desde 2011. “Después de tanto tiempo, no he llegado a ninguna conclusión”, advierte. Que hablen sus imágenes.
1. Fotografía del egipcio Mohamed Mashour cuando estaba en la cárcel. Fue liberado en 2011, después de estar diez años en prisión por su militancia islamista. Ismailía (Egipto). Abril de 2011.
Esto fue después de la caída del dictador Hosni Mubarak. Estaba haciendo un reportaje sobre los prisioneros islamistas que Mubarak había metido en la cárcel y que empezaron a ser liberados tras la caída del régimen. Mohamed había salido y nos invitó a su casa y a comer pasteles. Nos enseñó esta foto de su tiempo en prisión. Aquí está ese sentimiento de esperanza de los inicios, aunque acabó siendo un desastre todo.
2. Una enfermera y su paciente en una clínica gestionada por los Hermanos Musulmanes. El Cairo (Egipto). Enero de 2011.
Esta foto muestra la obra social que hacían los Hermanos Musulmanes y el tipo de apoyo que daban a las comunidades. Pero más allá de eso, lo que me gusta de esta foto es ese momento ambiguo: la forma en que se tocan la paciente y la mujer. También es el encuentro entre el fotógrafo y la situación, hay un diálogo entre la enfermera y el fotógrafo. Puede ser tierno pero en ningún caso cómodo, hay una separación, una reacción.
3. Jóvenes manifestantes se protegen de los combates que tienen lugar en la plaza de Tahrir. El Cairo (Egipto). Enero de 2013.
Casi cada día había enfrentamientos en la plaza de Tahrir. La mayoría de los manifestantes que había ese día cerca de la plaza tenían de nueve a trece años. Habían instalado una especie de barricada para protegerse de los combates. Ellos tiraban piedras a través del muro y luego se escondían. Este es un momento en que están cansados y se sientan. Es un momento lírico dentro del caos.
4. Un simpatizante de Gadafi sujeta un retrato del líder libio durante la celebración, frente a periodistas extranjeros, de un avance militar del régimen. Zawiyah (Libia). Marzo de 2011.
Este es un momento falso, guionado, hecho para las cámaras. Habla sobre el culto a la personalidad. Hay teatro, mucha actuación. Parece una Superbowl, con sus fuegos artificiales y todo. Ahora, viéndolo con el lujo de la perspectiva y sabiendo que lo mataron y cómo lo mataron, la fotografía toma un sentido totalmente diferente al que pretendía esta celebración gadafista.
5. Un columpio hecho con una silla de plástico dentro de una mezquita que había sido ocupada por soldados sirios. Alepo (Siria). Marzo de 2013.
¿Qué es eso? ¿Es un columpio o un objeto diseñado para la tortura? Esta imagen va al corazón de mi libro, a su ambigüedad absoluta. Yo iba con un grupo de rebeldes que tomaron esta mezquita que estaba ocupada por el Ejército de Asad y que encontramos así. La escena deja muchas preguntas. Puede ser algo tan inocente como un columpio para los soldados aburridos. O un objeto de tortura. No tengo una respuesta, pero la imagen sí que tiene una connotación siniestra. No puede ser nada bueno. O quizá sí lo es y no entendemos nada de esta parte del mundo.
6. Un parque cerca del frente de batalla en el barrio de Bustán al-Basha. Alepo (Siria). Marzo de 2013.
La intención de esta fotografía es jugar con la representación de este parque en nuestra mente. Seguro que aquí ha habido muchos momentos felices, muchos juegos, y ahora ha quedado así a causa del conflicto. Intento invitar a la persona que vea la foto a imaginar cómo era antes el parque.
7. Búsqueda de supervivientes bajo las ruinas tras un bombardeo del régimen sirio en un barrio controlado por los rebeldes. Alepo (Siria). Marzo de 2013.
Esta fotografía es más documental. Intento contar la intensidad de los momentos que suceden a un bombardeo. La imagen habla sobre los no combatientes que se ven afectados por el conflicto. También tiene una luz especial, hay una escenografía teatral. Es algo que he trabajado mucho en otras fotografías: esa zona gris, las fronteras entre lo que es verdad y lo que no.
8 y 9. El torso desnudo de Zakariya Gazmouz, supuesto miembro de una milicia afín al régimen sirio, cubierto por tatuajes pro-Asad que ha intentado borrar con una cuchilla al ser encarcelado por los rebeldes.
Se había tatuado eslóganes, incluso la cara de Hafez al Asad, el padre del actual presidente. Lo detuvieron en un puesto de control de Alepo y, para hacer creer a los rebeldes que no creía en el régimen, se empezó a cortar con una cuchilla, de forma salvaje. Acabó en la cárcel. Salí con muchas preguntas de aquel encuentro con Zakariya. Había esa duplicidad entre víctima y verdugo, entre lo que había hecho antes y lo que le estaban haciendo ahora. ¿Y quién sabe si era verdad esa historia? ¿Quién sabe si en realidad no fue él quien se hizo eso?
10. Supervivientes heridos tras un accidente de helicóptero son evacuados por un helicóptero iraquí de rescate. Sinjar (Irak). Agosto de 2014.
Yo fui víctima de este accidente de helicóptero. Pensé que iba a morir. La foto la hice cuando otro helicóptero vino para evacuar a los heridos y a los muertos. La imagen me hace reflexionar sobre por qué hago lo que hago. Es una foto más tradicional que el resto, que vuelve a mis raíces de fotoperiodista.
Se dice que Irak no forma parte de la Primavera Árabe, pero para mí sí, todo está conectado. ¿Dónde empieza y dónde acaba la Primavera Árabe? Creo que en Oriente Medio se tiene una idea diferente de la historia: la Primavera Árabe no es algo espontáneo que empieza y luego acaba, como nos gusta pensar en Occidente. Es otra cosa.