Nakia-Renne Wallace lleva un vestido blanco elegante, un collar de perlas, los labios pintados de rojo, y sostiene un birrete de graduada. Se ve feliz. La foto es del 22 de mayo, la semana en que muchos jóvenes que no tuvieron ceremonias de graduación debido a la pandemia de covid-19 optaron por la celebración vía redes sociales.
Tres días después, el 25 de mayo, Estados Unidos era otro: tras el asesinato del afroamericano George Floyd a manos de un policía de la ciudad de Minneapolis, una parte del país tomó las calles, se enfrentó a las autoridades, y por enésima vez gritó al mundo que la fallida democracia estadounidense no protege a su población negra. Y Nakia, afroamericana, Detroiter, activista, recién graduada, se convirtió en uno de los pilares de las protestas en su ciudad.
Tan pronto circularon las imágenes del estrangulamiento…
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