El Ártico y las zonas polares sufren con especial sensibilidad los embistes del cambio climático. Los glaciares y el hielo marino que recubren el territorio se derriten. Su volumen disminuye, su espesor se debilita, su retroceso se incrementa. Es la alerta lanzada por la naturaleza sobre una desestabilización cuyas consecuencias pueden afectar a otras regiones del mundo.

El videógrafo Pepe Molina Cruz (Cuenca, 1978) se sumó en 2017 a Melting Landscapes, un proyecto liderado por el fotógrafo Fernando Moleres para documentar cómo la acción humana está quebrando el equilibrio natural del planeta. 

“Existe una conciencia en la sociedad en la lucha contra el cambio climático. Sabemos que nuestras acciones diarias contribuyen al cambio, pero el problema es mucho más amplio y solo una política común global puede ayudar a mitigar las consecuencias”, dice Molina.

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