Dicen que es como una pesadilla. Sales de la enfermedad y ves una luz al final del túnel. Pero caminas y caminas sin alcanzarla nunca. La ansiedad se apodera de ti. Y entonces la luz se aleja de forma persistente.
Tras más de un año y medio de pandemia, es hora de hablar de los afectados con secuelas de la covid-19 que persisten. Algunos estudios calculan que pueden afectar a entre el 10 y el 15 % de quienes han pasado la enfermedad. Han superado la infección, pero sus vidas han cambiado. Fatiga crónica, cefaleas, ansiedad, fiebre, dolor muscular, confusión, dificultad respiratoria, pérdida de movilidad, de apetito, del olfato, del gusto, erupciones, caída de cabello, pitidos en los oídos, sequedad en los ojos, conjuntivitis, palpitaciones, diarrea... Las consecuencias de haber sufrido la covid-19 no siempre se acaban al recibir el alta.